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viernes, 12 de junio de 2015

19 de junio

19 de JUNIO DE 1764:
NATALICIO DE JOSÉ GERVASIO ARTIGAS:
PROTECTOR DE LOS PUEBLOS LIBRES
ALGUNAS DE SUS FRASES:
“La causa de los pueblos no admite la menor demora”
“Que los más infelices sean los más privilegiados”
“Con libertad ni ofendo ni temo”
“Sean los orientales tan ilustrados como valientes”
“Todas las provincias tienen igual dignidad e iguales derechos”
“Para mi no hay nada más sagrado que la voluntad de los pueblos”
“Yo no soy vendible, ni quiero más premio por mi empeño que ver libre mi nación”
“No venderé el rico patrimonio de los orientales al vil precio de la necesidad”
“El pueblo es soberano y él sabrá investigar las operaciones de sus representantes”
“Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”
“Unidos íntimamente, luchamos contra tiranos que intentan profanar nuestros más sagrados derechos”
“Los pueblos de la América del Sur están íntimamente unidos por vínculos de naturaleza e intereses recíprocos”
“Nada podemos esperar si no es de nosotros mismos”
“Tiemblen los tiranos de haber excitado nuestro enojo”
“Que los indios en sus pueblos se gobiernen por sí”
“En lo sucesivo solo se vea entre nosotros una gran familia”

19 DE JUNIO: DÍA DE LA PATRIA: JURA DE LA BANDERA

¿Prometéis respetar y honrar esta bandera que representa la dignidad, la soberanía y la gloriosa historia de nuestra Patria, la República Oriental del Uruguay?

¡SÍ, PROMETO!!!

¿JURÁIS HONRAR VUESTRA PATRIA?
¡SÍ, JURO!!!!
COPLAS A LA PATRIA MÍA
¡Canta niño de mi Patria
tu voz es azul y vuela
tiene blancas, blancas,
colores de mi bandera!

El corazón de mi Patria
un día se echó a volar
se hizo bandera al viento
azul y blanca al flamear.

Con pedazos de cielo
y con blanco de azahar
formó mi Patria adorada
su Pabellón Nacional.

Mi orgullo es mi país
mi tierra de cristal.
Mi orgullo es el decir
¡Yo soy del Uruguay!

PATRIA DE MIS AMORES
¡Patria de mis amores!
¡Patria adorada!
Tú, la del viento feraz y amanecido.
Tú, la de los ríos azules hacia el Plata.
Te bordó tu perfil de caracola
la aguja de tu sal y de tu agua
y un encaje de pinos y eucaliptos
festonea la arena de tus playas.
¡Patria de mis amores!
¡Cisne de espumas!
¡Tú, gaviota con alas de distancia!
Sobre tu corazón de azules paraísos
Levanta catedrales la esperanza.

Graciela Genta (uruguaya)
Todos los países tienen sus símbolos patrios, el nuestro (República Oriental del Uruguay) entre sus símbolos se encuentra el Himno Nacional.
Fue compuesto por el poeta Francisco Acuña de Figueroa.

Datos biográficos que nos parecen interesantes aportar:
Nació en Montevideo el 3 de setiembre de 1791.
Fue el primer hombre de letras y como poeta tiene valores que hoy todavía se destacan.
Su obra completa abarca unos doce volúmenes, entre odas, himnos, elegías, romances, letrillas, etc.
El 8 de julio de 1833 dio a conocer el Himno Patrio, del cual se canta una parte. También hizo el Himno Patrio para el Paraguay, el cual la esposa del general Rivera obsequió a ese país hermano.
Francisco Acuña de Figueroa fue una figura en el Montevideo antiguo y era solicitado en toda reunión a las que iba por su buen humor y les obsequiaba con poemas relacionados al momento.
Cuando se jubiló, su tiempo libre lo disfrutaba en corridas de toros y riñas de gallos.
Francisco Acuña de Figueroa en su vida y en su obra dejó una especie de crónica del Montevideo Antiguo. Falleció en el año 1862.

HIMNO NACIONAL
De la República Oriental del Uruguay
CORO
Orientales, la Patria, ó la tumba!
Libertad, ó con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!

Libertad, libertad Orientales!
Este grito á la Patria salvó,
Que á sus bravos en fieras batallas
De entusiasmo sublime inflamó.
De este don sacrosanto la gloria
Merecimos: tiranos temblad!
Libertad en la lid clamaremos,
Y muriendo, también libertad!

Dominando la Iberia dos mundos
Ostentaba su altivo poder,
Y á sus plantas cautivo yacia
El Oriente sin nombre ni ser:
Mas, repente sus hierros trozando
Ante el dogma que Mayo inspiró,
Entre libres, y déspotas fieros,
Un abismo sin puente se vio.

Su trozada cadena por armas,
Por escudo su pecho en la lid,
De su arrojo soberbio temblaron
Los feudales campeones del Cid:

En los valles, montañas y selvas
Se acometen con muda altivez,
Retumbando con fiero estampido
Las cavernas y el cielo a la vez.

Al estruendo que en torno resuena
De Atahualpa la tumba se abrió,
Y batiendo sañudo las palmas
Su esqueleto, venganza! Gritó:
Los patriotas el eco grandioso
Se electrizan en fuego marcial,
Y en su enseña más vivo relumbra
De los Incas el Dios inmortal.

Largo tiempo, con varia fortuna,
Batallaron liberto, y señor,
Disputando la tierra sangrienta
Palmo a palmo con ciego furor.
La justicia por último, vence
Domeñando las iras de un Rey;
Y ante el mundo la Patria indomable
Inaugura su enseña, y su ley.

Orientales, mirad la bandera,
De heroísmo fulgente crisol;
Nuestras lanzas defienden su brillo
Nadie insulte la imagen del Sol!
De los fuero civiles el goce
Sostengamos; y el código fiel
Veneremos inmune y glorioso
Como el arca sagrada Israel.

Por que fuese más alta tu gloria,
Y brillasen tu precio y poder,
Tres diademas, oh Patria, se vieron
Tu dominio gozar, y perder.
Libertad, libertad adorada,
Mucho cuestas tesoro sin par!
Pero valen tus goces divinos
Esa sangre que riega tu altar.

Si a los pueblos un bárbaro agita,
Removiendo su extinto furor,
Fraticida discordia evitemos,
Diez mil tumbas recuerdan su horror!
Tempestades el Cielo fulmina,
Maldiciones desciendan sobre él,
Y los libres adoren triunfante
De las leyes el rico joyel.

De laureles ornada brillando
La Amazona soberbia del Sud,
En su escudo de bronce reflejan
Fortaleza, justicia, y virtud.
Ni enemigos le humillan la frente,
Ni opresores le imponen el pie:
Que en angustias selló su constancia
Y en bautismo de sangre su fe.

Festejando la gloria, y el día
De la nueva República el Sol,
Con vislumbres de púrpura y oro,
Engalana su hermoso arrebol.
Del Olimpo la bóveda augusta
Resplandece, y un ser divinal
Con estrellas escribe en los Cielos
Dulce Patria, tu nombre inmortal.

De las Leyes el Numen juremos
Igualdad, patriotismo, y unión,
Inmolando en sus aras divinas
Ciegos odios, y negra ambición.
Y hallarán los que fieros insulten,
La grandeza del Pueblo Oriental,
Si enemigos, la lanza de Marte,
Si tiranos de Bruto el puñal.

CORO
Orientales, la Patria, ó la tumba!
Libertad, o con gloria morir!
Es el voto que el alma pronuncia,
Y que heroicos sabremos cumplir!

REFORMADO Y DECLARADO TAL, por Decreto del Superior Gobierno de fecha 12 de julio de 1845 (*)
Letra de Francisco Acuña de Figueroa.
Música de Francisco José Debali
(*) Versión auténtica extractada directamente del original en “El Nacional” Nº 1978 de fecha 18 de julio de 1845, respetándose la ortografía de origen.


INVOCACIÓN AL HÉROE
Graciela Genta
¡Mirad!... Allí está un pueblo.
Nutre su tronco
en el río como mar todo de plata
y en el río Uruguay todo de sueño.
Es un pueblo que siente
es un pueblo que aguarda,
es el pueblo oriental que mira al cielo
buscando en cada estrella, la esperanza.
Su destino: ser libre,
libre como el viento pampero
que hace mecer los cardos de la Patria.
Esas son sus mujeres,
siembran... andan,
amamantan sus hijos
bajo un cielo desnudo
con la savia bendita de su entraña.
Esos son sus niños,
los pequeños albores de la Patria
los que crecen soñando con un surco
donde pueda vivir la luz del alba.
Esos son sus hombres,
gauchos bravíos de la tierra amada
señores de los cerros y los valles
jinetes de la luz y del mañana.
¡Y ahí está Él! El Capitán,
el hálito que mueve las montañas
el poderoso titán que marca un Norte
a su pueblo sediento de esperanzas.
¡Artigas! ¡Artigas!
Corre su nombre
como corren los ríos hacia el Plata
y al invocarlo
el corazón del pueblo
que estaba de rodillas, se levanta.
Y va tras Él.
Mujeres, niños, hombres,
Esos hombres sin nombre de la Patria,
dignidad en el gesto
y en las manos tacuaras,
lanzas de libertad
que quiebran en el viento
cadenas de mentiras que los atan.
¡Artigas es la luz!
La luz los llama
y su palabra que trasmite el viento
tiene sonar de diana.
El pueblo va con Él,
la historia de los libres lo reclama
y Él, con el gesto
del que viene y vence
lega a su pueblo
un alma soberana.
¡Y ahí está Él!
En Las Piedras y el Éxodo,
generoso y clemente hacia el vencido
y coloso en el fragor de la batalla.
Los ceibos hechos flor
lo están mirando.
Lo están mirando
el ceibo y la calandria.
Su pueblo, el pueblo que Él venera
lo está mirando
mientras Él avanza.
¡Avanza!... Es un corcel
de libertad encendida,
es la flecha de luz
que impulsa el ansia,
es el hijo de América encendida
que no quiere el oprobio de su Patria.
¡Es Él! ¡El Capitán!
Tostado por el sol, la frente ancha,
el porte augusto como corresponde
a quien lleva la luz sobre la espalda
y el corazón naciendo entre los labios
como nace el camalote entre las aguas.
¡Es Él!... ¡Avanza!
¡Y desde el tiempo viene,
no retienen los bronces a su alma!
¡Y está aquí!
En el pueblo de hoy
en la frente del hombre que trabaja
en el corazón de todas las mujeres
que en libertad los hijos amamantan
y está en el presente de los niños
que como luz
hacia el futuro marchan
y está en la raíz
de nuestra historia y en esta libertad
que el tiempo ensancha.
¡ARTIGAS VIVE! ... ¡ARTIGAS ANDA!
No retienen los bronces su hidalguía
el alma del coloso, tiene alas.

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