LOS CAMELLOS Y EL DESIERTO
              Los camellos son los animales que están más adaptados para
 vivir en los desiertos. Se suele decir que los camellos resisten las 
condiciones de vida de los desiertos, porque acumulan agua en sus 
jorobas. En verdad no es así. En su joroba , el camello acumula grasa 
que usa para alimentarse cuando no tiene qué comer.
                     En el camello, en realidad, todo está adaptado para
 que pueda vivir en el desierto. Por ejemplo, sus ojos son grandes y 
están protegidos por tres párpados. Los párpados de más afuera tienen 
unas pestañas largas y encrespadas que protegen el ojo, impidiendo que 
entren granos de arena. El párpado de más adentro es muy fino; si una 
partícula de polvo entra al ojo del camello, este párpado interior lo 
limpia inmediatamente expulsando el cuerpo extraño.
El
 camello puede pasar meses sin tomar agua. En invierno, cuando el calor 
es menor y las plantas contienen más humedad, el camello no toma agua. 
Saca agua de las plantas que come. En verano, cuando el calor aumenta y 
las plantas están más secas, puede pasar hasta cinco días sin tomar 
agua. Si es necesario, transforma la grasa de su joroba en agua, pero 
normalmente no lo hace así. Se defiende de perder el agua que necesita 
para vivir no transpirando, orinando poco y soportando sin problemas que
 su temperatura suba hasta 11 grados durante el día. No le importa. El 
frío de la noche le sirve para recuperar su temperatura normal.
                      Por esta y otras muchas razones, cuando se quiere 
hacer un viaje por desierto en una cabalgadura, el camello es el animal 
más indicado. No cabe la menor duda.
Las
 narices del camello son también muy especiales. Si hay una tormenta de 
arena, las puede cerrar completamente; así nunca tiene problemas porque 
le entren granos de arena a su sistema respiratorio. Las orejas del 
camello también están protegidas contra la arena. Son pequeñas, están 
dirigidas hacia atrás y están cubiertas de pelo.
                      Los dientes del camello son muy afilados. Su boca 
está protegida por dentro por una membrana. Gracias a esto el camello 
puede comer plantas espinosas sin herirse y triturar cualquier planta 
del desierto por dura que sea.
                     Sus largas patas apartan su cuerpo del calor del 
suelo. En sus pezuñas lleva una especie de almohadillas que le permiten 
avanzar por la arena sin hundirse.
Sus
 largas patas apartan su cuerpo del calor del suelo. En sus pezuñas 
lleva una especie de almohadillas que le permiten avanzar por la arena 
sin hundirse.
                             Por esta y otras muchas razones, cuando se 
quiere hacer un viaje por desierto en una cabalgadura, el camello es el 
animal más indicado. No cabe la menor duda.
   allende y condemarín
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