A principios del siglo XIX, se produce una situación inédita, cómo desprenderse de ese gran Imperio: la metrópoli: España.
Ese proceso (que no-guerra) que se inicia para algunos, en época de la conquista, en el siglo XVIII, atisbos que indican que nos acercamos a un hecho independentista, a un hecho emancipador. Este hecho, no surge de repente. Ya en España, los ilustrados vieron que algunos territorios americanos estaban preparados para conseguir una autonomía.
1º. ETAPA DE LA REPÚBLICA, NACIONAL, INDEPENDIENTE.
La primera etapa del proceso emancipador. Algunos sitúan esta fase en la última etapa española.
La independencia hispanoamericana se puede considerar como el final de la etapa española, o bien el final de un proceso que se inició en 1492. A partir de ahí, hay diferentes respuestas; para la mayoría de los historiadores: una etapa intermedia.
Lo que sí fue la independencia, fue el acontecimiento más importante del siglo XIX. La independencia de América simboliza el arranque de la época contemporánea.
La emancipación es un movimiento histórico que pone fin a la empresa de España en América que marcó la liquidación de aquella empresa. El fin del Imperio español en Indias y el inicio de las nuevas nacionalidades.
Las características de este proceso son:
- La universalidad. Proceso que se inicia a la par y que concluye en 1830, salvo en Cuba y Puerto rico.
- La singularidad en cada uno de los territorios en que se produjo, sobretodo en función del grado de resistencia que ofrecen los realistas; cuestión que dejara huella en el territorio correspondiente.
La independencia es un acontecimiento fundamental si se considera que el “Hombre Americano” era algo más que un europeo trasladado a América.
La emancipación revela la aparición de un “hombre nuevo”; hombre que es y se siente diferente al europeo y al español. Se considera apto para dirigir su propio destino, su propia política, en los más variados aspectos. Por eso, la independencia, sirve como símbolo del comienzo de un nuevo periodo. Independentista, republicana…
Se adapta la forma republicana de gobierno en cada uno de los Estados resultantes de esa disgregación.
Acontecimientos de enorme envergadura, repercusiones y facetas diferentes, y por tanto caracterizado por una enorme complejidad.
Tampoco se ha de olvidar que debido al encarnizamiento con el que en algunos territorios se desenvuelve este proceso se produce una crisis, lo que da lugar a diversas interpretaciones y juicios históricos acerca del significado del proceso.
Los historiadores iberoamericanos, demasiado imbuidos por una gran carga de apasionamiento, aunque esta cuestión está bastante mejorada últimamente. En general la historiografía sobre el hecho emancipador, se ha visto de modo muy parcial: por ejemplo, el caso de Perú ha sido estudiado por peruanos cuando el proceso, fue un proceso general.
El fenómeno emancipador, puede ser observado desde dos coordenadas:
-Espacio: Con la independencia se rompe una unidad histórica que era la base de la época española. Pero este paso no se dio en el mismo momento paro todo el territorio y también se leva a cabo por distintos personajes. Diferencias entre las peculiaridades de México, países andinos…; los protagonistas también son distintos: Bolívar, San Martín, no se verán y no se conocerán personalmente. Unas independencias se proclamaron dentro de una territorialidad propia: por ejemplo, el caso Venezolano y Nueva Granada; con el tiempo se fue hacía grandes ámbitos territoriales que no eran propios del gobierno anterior. Por ejemplo, la Acción de Bolívar, después de la Constitución de 1819 -Constitución de Angostura- cuando se constituirá el gran ámbito territorial nuevo: la Gran Colombia, integrado por Venezuela, Colombia y Ecuador. Lo mismo sucedió en el ámbito rioplatense, cuando después del congreso de Tucumán hay un proyecto que no se lleva a la práctica y de la Provincias Unidas de Suramérica. Proyecto que implica a Chile, Perú -hasta Guayaquil- y las provincias del Río de la Plata.
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