A pesar de que pueda creerse que la frase "el perro es el mejor amigo
del hombre" es una creencia popular, no es así, fue pronunciada por
primera vez por el abogado George Graham Vest, en estados unidos. La
historia de esta frase es la siguiente:
Charles Burden, poseedor
de un galgo llamado Old Drum, descubrió que su perro había sido
asesinado. Averiguó que lo había matado su vecino a sangre fría, no en
defensa propia y decidió denunciar el hecho. Su abogado, Geroge Graham
Vest, pronunció el siguiente discurso en el juicio:
Caballeros
del jurado: El mejor amigo que un hombre pueda tener, podrá volverse en
su contra y convertirse en su enemigo. Su propio hijo o hija, a quienes
crió con amor y atenciones infinitas, pueden demostrarle ingratitud.
Aquellos que están mas cerca de nuestro corazón, aquellos a quienes
confiamos nuestra felicidad y buen nombre, pueden convertirse en
traidores.
El dinero que un hombre pueda tener también podrá perderlo, se volará en el momento que más lo necesite.
La reputación de un hombre quedará sacrificada por un momento de locura o debilidad.
Las
personas están dispuestas a caer de rodillas para honrar nuestros
éxitos, serán los que arrojen la primera piedra, cuando el fracaso
coloque nubes sobre nuestro porvenir.
El único, absoluto y mejor
amigo que tiene el hombre en este mundo egoísta, el único que no lo va a
traicionar o negar, es su PERRO.
Caballeros del jurado, el perro
de un hombre está a su lado en la prosperidad y en la pobreza, en la
salud y en la enfermedad. Dormirá en el frío piso donde sopla el viento y
cae la nieve, sólo para estar junto a su amo.
Besará la mano que
no tenga comida para ofrecerle, lamerá las heridas y amarguras que
produce el enfrentamiento con el áspero mundo.
Si la desgracia
deja a su amo sin hogar y amigos, el confiado perro solo pide el
privilegio de acompañar a su amo para defenderlo contra todos sus
enemigos.
Y cuando llega el último acto, y la muerte hace su
aparición y el cuerpo es enterrado en la fría tierra, no importa que
todos los amigos hayan partido. Allí junto a la tumba, se quedará el
noble animal, su cabeza entre sus patas, los ojos tristes pero abiertos y
alertas, noble y sincero, mas allá de la muerte.
La sala se
llenó en un profundo silencio y algunos incluso se echaron a llorar,
emocionados. El vecino y asesino del perro, Leónidas Hornsby, fue
multado con 550 dólares.
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