II. El cuento
El cuento tiene como rasgo principal la brevedad, la intensidad y la simplicidad en el tratamiento de sus elementos: personajes, espacio, tiempo, acción, etc.
Así, los personajes suelen ser perfilados de forma simple y esquemática y se dan pocos detalles de ellos. La acción también es sencilla y suele mostrar un orden lineal, es decir, se desarrolla siguiendo un orden cronológico. El espacio en que se ambientan suele ser muy escasamente caracterizado.
En cuanto a su modo de composición y autoría, podemos distinguir dos clases de cuentos, fundamentalmente:
Cuento tradicional y popular: A veces es una creación colectiva que ha perdurado sobre todo a través de la transmisión oral y que perdura con variantes; otras veces puede ser obra de un autor conocido, pero haberse “popularizado” gracias a los medios de comunicación.
Cuento literario: De autor conocido, escrito con mayor elaboración y con vocación de forma escrita. Suele mostrar más elaboración en sus elementos: tiempo, lugar, personajes, etc.
Por su estructura, podemos hablar de:
Cuentos con marco: narraciones independientes relacionadas entre sí por otra historia que las encuadra, como por ejemplo, Las mil y una noches.
De acuerdo a la intención, nos encontramos los siguientes tipos de cuentos:
Leyendas: Relatos en los que se narra como real un suceso extraordinario y que surgen para explicar lo inexplicable o el origen de un personaje que será importante en un relato legendario. Para darle ese tono de realidad, estos relatos se sitúan en lugares y tiempos precisos.
Mitos: Muy relacionados con las leyendas, son un tipo de relato que trata de explicar misterios relativos al origen del mundo, de los seres humanos, de la Naturaleza o de lo inexplicable. Para ello, cada pueblo o cultura elabora sus propias historias. El conjunto de mitos forman la mitología de cada cultura. El mito y el cuento tradicional comparten rasgos en cuanto a su sencilla composición. No obstante, el cuento pretende entretener y el mito explicar algo o establecer una pautas sociales de comportamiento entre los miembros de una comunidad.
Ejemplos y apólogos: Son relatos alegóricos de los que se desprenden una enseñanza o consejo. A este tipo pertenecerían las fábulas, es decir, narraciones generalmente en verso, en las que sus personajes son animales que hablan y se comportan como personas.
En cuanto a la técnica empleada, distinguimos:
- El cuento fantástico, que cuenta historias situadas fuera de los límites de lo cotidiano.
- El cuento realista, que nos muestra un mundo semejante al real.
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III. La novela
La novela integra de forma más compleja que el cuento los elementos narrativos que la forman: personajes, acción, espacio, tiempo, desarrollo, etc. Así los personajes son caracterizados tanto por sus acciones como por sus reflexiones; la acción no siempre es única, sino que se multiplican o intercalan; el orden adquiere diversas formas, dándose anticipaciones o retrocesos en la historia.
Podemos señalar varios tipos de novelas: novelas de aventuras, históricas, de ciencia-ficción, novelas policíacas, de amor, de detectives, de terror, fantástica...
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