PROSA POÉTICA-NOCHE LUNA

Amo la noche,
porque en ella escondo los secretos
que yacen en lo más profundo.
Aquellos vastos y sublimes pensamientos
que crean mundos y un inmenso mar desconocido.
Amo la noche,
porque en ella recreo la vida que jamás
podré alguna vez tener.
Deseando e imaginando, mi corazón pide más,
algo que no existe, nada que sea digno de querer.
Amo la Luna,
porque en ella reflejo mi angustia,
y ella es quien llora en mi lugar.
Es tan blanca como la triste musa
quien sale al caer el sol y se pone a cantar.
Amo la Luna,
porque es ella quien me escucha,
y quien entiende este complicado corazón,
que llora en secreto cuando es demasiada la angustia,
y que se carcome ante la presencia de la maldita razón.
Pero ni la noche ni la Luna saben
que existe un lugar aún más íntimo que el misterioso oscurecer.
Que en este escribo una canción, quizá una endecha;
buscando redención y un espacio donde enloquecer.
Este lugar,
que repleto de pensamientos y líneas escritas en prosa,
contiene el aroma de un poema ancestral.
La noche y la Luna, ambas condesendientes y con mirada piadosa,
se alejan, abandonando mi alma… que muere bajo un seco, pero espinoso rosal.
– Israel Torres