Cuando un cuerpo, por acción del calor o del frío pasa de 
      un estado a otro, decimos que ha cambiado de estado. En el caso del agua: 
      cuando hace calor, el hielo se derrite y si calentamos agua líquida 
      vemos que se evapora. El resto de las sustancias también puede cambiar 
      de estado si se modifican las condiciones en que se encuentran. Además 
      de la temperatura, también la presión influye en el estado 
      en que se encuentran las sustancias. 
      Si se calienta un sólido, llega un momento en que se transforma en 
      líquido. Este proceso recibe el nombre de fusión. El 
      punto de fusión es la temperatura que debe alcanzar una sustancia 
      sólida para fundirse. Cada sustancia posee un punto de fusión 
      característico. Por ejemplo, el punto de fusión del agua pura 
      es 0 °C a la presión atmosférica normal. 
      Si calentamos un líquido, se transforma en gas. Este proceso recibe 
      el nombre de vaporización. Cuando la vaporización tiene 
      lugar en toda la masa de líquido, formándose burbujas de vapor 
      en su interior, se denomina ebullición. También la 
      temperatura de ebullición es característica de cada sustancia 
      y se denomina punto de ebullición. El punto de ebullición 
      del agua es 100 °C a la presión atmosférica normal. 
      Simulación: 
      (pulsa el botón 
      para encender el mechero y observa los cambios)  | 
  
 
     
      
        
          
          
          
       
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 En el estado sólido las partículas están 
        ordenadas y se mueven oscilando alrededor de sus posiciones. A medida 
        que calentamos el agua, las partículas ganan energía y se 
        mueven más deprisa, pero conservan sus posiciones.
 
Cuando la temperatura alcanza el punto de fusión (0ºC) 
        la velocidad de las partículas es lo suficientemente alta para 
        que algunas de ellas puedan vencer las fuerzas de atracción del 
        estado sólido y abandonan las posiciones fijas que ocupan. La estructura 
        cristalina se va desmoronando poco a poco. Durante todo el proceso de 
        fusión del hielo la temperatura se mantiene constante.
 
En el estado líquido las partículas están 
        muy próximas, moviéndose con libertad y de forma desordenada. 
        A medida que calentamos el líquido, las partículas se mueven 
        más rápido y la temperatura aumenta. En la superficie del 
        líquido se da el proceso de vaporización, algunas 
        partículas tienen la suficiente energía para escapar. Si 
        la temperatura aumenta, el número de partículas que se escapan 
        es mayor, es decir, el líquido se evapora más rápidamente.
 
Cuando la temperatura del líquido alcanza el punto de ebullición, 
        la velocidad con que se mueven las partículas es tan alta que el 
        proceso de vaporización, además de darse en la superficie, 
        se produce en cualquier punto del interior, formándose las típicas 
        burbujas de vapor de agua, que suben a la superficie. En este punto la 
        energía comunicada por la llama se invierte en lanzar a las partículas 
        al estado gaseoso, y la temperatura del líquido no cambia (100ºC).
 
En el estado de vapor, las partículas de agua se mueven 
        libremente, ocupando mucho más espacio que en estado líquido. 
        Si calentamos el vapor de agua, la energía la absorben las partículas 
        y ganan velocidad, por lo tanto la temperatura sube.
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